El plan estratégico es donde se plasman y documentan los objetivos, la estrategia y la cultura de la empresa. Por eso se convierte en un documento clave de cualquier negocio. A fin de cuentas es dónde se decide la dirección a seguir, el lugar al que se quiere llegar y el paso a paso para alcanzarlo.
Después de años trabajando con todo tipo de PYMES, he podido ver la diferencia que supone tener o no tener un plan estratégico en el logro de los objetivos. Porque sin un camino concreto se vaga sin rumbo y sin llegar nunca a ningún sitio.
Una estrategia bien definida impulsa el desarrollo, disminuye los problemas y asienta las bases para afrontar mejor los riesgos e imprevistos. En este artículo abordamos el plan estratégico desde diferentes prismas: qué es, cómo llevarlo a cabo y quién lo elabora.
¿Qué es un plan estratégico?
Para pasar de la incertidumbre a la planificación y de la planificación a la acción hay que trazar el qué, el cómo y el hacia dónde se dirige el éxito de la empresa.
Un plan estratégico es el documento que define la ruta a seguir para alcanzar los objetivos previamente consensuados. Permite que todos los recursos, esfuerzos y tiempo apunten en una misma dirección. Es decir, alinear todos los departamentos y equipos con los objetivos fijados.
El gran valor de este documento reside en que traduce las metas en estrategias y estas en acciones. Así se obtiene una visión global y a la vez muy detallada de la estructura, la actividad y los pasos que dar.
Cómo elaborar un plan estratégico
Con lo que hemos visto, queda claro que no es un trabajo que se pueda hacer en unos pocos días. Se trabaja en vistas a un periodo de tres a cinco años transitando por estas tres etapas:
Análisis situacional
La primera fase es conocer en profundidad la organización. Para ello se lleva a cabo un diagnóstico empresarial donde se recaba toda la información necesaria para detectar los problemas, los límites al crecimiento y las posibles mejoras en las distintas áreas.
El uso de la matriz DAFO nos permite obtener una perspectiva integral de la empresa en el momento actual. No solo de la situación interna, de su funcionamiento, dinámicas y procedimientos sino del contexto en el que se mueve la empresa; las amenazas y las oportunidades.
Definición de objetivos y estrategias
Tras el primer análisis, hay que definir los propósitos y las estrategias. Es decir, qué quieres lograr, dónde quieres llegar y cómo lo vas a hacer para alcanzar esa situación propuesta.
En todo momento se trabaja con objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, realistas y en un tiempo acotado) que se convierten en la guía de base para llevar a la empresa hacia un resultado de éxito. Recuerda que si no se pueden aplicar los cinco adjetivos al objetivo fijado, es necesario trabajarlo más o subdividirlo.
En este proceso es imprescindible determinar las prioridades para saber los recursos destinados a cada una de las líneas de trabajo.
Plan de acción y control de resultados
Con toda la labor previa, se elabora el plan de acción, es decir una hoja de ruta que indicará los movimientos para avanzar y alcanzar esos objetivos SMART de los que hablábamos.
El plan de acción es un documento vivo que hay que ir evaluando y reajustando en función de los avances, los resultados y las situaciones puntuales que van surgiendo.
Todas estas fases forman la que será la brújula durante todo el proceso: la misión de la PYME traducida a una escala de trabajo diario. Cuanto más concreta y detallada sea la guía, más eficiente será el trabajo.
¿Qué se necesita para realizar un plan estratégico?
Lo más importante es saber qué es un plan estratégico y cómo puede ayudar a tu negocio. Tener la convicción y la motivación para crecer, mejorar y conseguir unos resultados exitosos es un requisito base. Con este primer paso dado, estas son las principales variables que determinarán el buen término de la estrategia.
- Buena comunicación: Implementar un plan estratégico implica hacer partícipe a todo el equipo y remar en una misma dirección, por lo tanto la comunicación desde un inicio es un factor que hay que cuidar.
- Información y conocimiento de la organización: La información es la base de un buen plan estratégico. Tiene que ser lo más clara posible para contestar a preguntas tales como cuál es la misión, hacia dónde ir y cuál es el funcionamiento interno en los distintos departamentos.
- Trabajo y persistencia: es una labor a medio plazo, los resultados no aparecen de un día para otro, por lo que la constancia y una labor bien hecha son fundamentales.
¿Quién elabora el plan estratégico?
Elaborar un plan estratégico necesita tiempo, capacidad, experiencia y un amplio conocimiento del negocio. Se puede abordar desde el uso de los recursos internos, donde los perfiles más indicados son los gerentes, directores y en definitiva esos altos cargos que tienen una visión global de la empresa.
También se puede optar por pedir ayuda a un consultor externo, que realizará el diagnóstico empresarial y junto con la dirección establecerá los objetivos y las acciones estratégicas dirigidas a su consecución.
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Elijas el método que elijas, recuerda que desde un punto de vista empresarial podemos afirmar que:
Caminante, no se hace camino al andar. Cuando se hace camino es al planificar.